
El sistema de circulación cumple un papel esencial en el mantenimiento de la alberca. Cuando el agua pasa por el sistema, es empujada hacia el filtro, los desinfectantes y el calentador, de esta manera se mantiene en condiciones óptimas.
Dependiendo del tamaño de la piscina y de la cantidad de personas que la usen, el agua necesitará pasar por el sistema un cierto número de veces para mantenerse limpia, desinfectada y a una buena temperatura. Por este motivo es importante que el flujo del agua tenga una velocidad constante.
Sin embargo, hay muchos factores que reducen la velocidad del flujo, entre ellos está la resistencia natural que ejercen todos los componentes debido a la fricción del agua. Una forma de resolver este problema es ajustar el flujo del agua de tal manera que los efectos de la fricción sean mínimos.
Cuando el filtro está trabajando en buenas condiciones ejerce una resistencia normal que puede contrarrestarse, sin embargo, cuando se encuentra demasiado sucio, hay una alteración en la presión que afecta negativamente a la velocidad del flujo del agua.
¿Cómo influye la presión del filtro en el flujo?
Cuando el filtro tiene un exceso de impurezas ocurre una obstrucción en el sistema que impide que pase toda el agua que debe salir. En estos casos, la bomba de circulación sigue funcionando como de costumbre y manda una cantidad de agua que el filtro ya no puede manejar a la misma velocidad. Esto provoca que haya un aumento en la presión del tanque del filtro, pero debido a la obstrucción, el agua sale a una presión mucho menor y el flujo también disminuye.
¿Cómo solucionar este problema?
Mientras más se deje que se acumulen las impurezas en el filtro habrá más resistencia al flujo y por lo tanto más presión y una velocidad de circulación menor. Es por este motivo que cuando el medidor de presión del sistema de filtración indica una presión más alta de lo normal, es necesario limpiar el filtro por medio del lavado a contracorriente.
Al activar la válvula del retrolavado, el flujo del agua se invierte, entra al tanque de filtración y ayuda a que las impurezas puedan desecharse con más facilidad. Este proceso dejará limpio al filtro y el flujo del agua volverá a la normalidad.
Cuando todo el equipo del sistema de circulación de la alberca se encuentra funcionando bien, esto se refleja en el flujo del agua y en su capacidad para mantenerse limpia. Es importante solicitar la ayuda de un especialista en mantenimiento de piscinas para que evalúe el funcionamiento del equipo y te dé más información sobre cómo mantenerlo en buen estado.